Los programas de software CAT nos permiten recortar los plazos y los costes de las traducciones, evitando retraducir frases ya traducidas anteriormente. Además, el cliente nos puede indicar qué terminología adoptar y la base de datos nos permite tenerla siempre a disposición, manteniendo la uniformidad estilística y terminológica a lo largo del tiempo, incluso entre proyectos distintos.